Las empresas cada vez son más conscientes de la necesidad de externalizar sus servicios de control y seguridad para evitar, entre otras cosas, el robo y venta de información privilegiada, sustracción de equipamiento de alto valor económico e incluso el hackeo de los propios servidores de la empresa en la que se trabaja, obviamente con fines delictivos. En estos casos, por ejemplo, la figura del director de seguridad o del jefe de seguridad poco pueden hacer fuera del entorno físico de la empresa. Sin embargo el detective privado no solo puede controlar el entorno interno en busca del transgresor sino que además puede indagar, buscar y localizar fuera del centro físico de la empresa,lo que es una ventaja y un salto de gigante para los gestores que deben enfrentarse a este tipo de situaciones.
En otros casos, como son las bajas fingidas, los hurtos internos o desfalcos en el caso de la hostelería la contratación de detectives ha aumentado hasta niveles considerables en los últimos años .
Podemos afirmar que hoy día la empresa que no se plantea contratar un detective privado, está en clara desventaja respecto de otras del mismo sector que sí lo hacen.
Según una encuesta que llevó a cabo Price Waterhosecoopers sobre el incremento de los delitos económicos los últimos doce meses en España. El 52% de los participantes (empresarios) ha revelado que los delitos económicos sufridos por las compañías españolas es mayor en España que en el resto de los países participantes
» debido quizá por la confidencialidad que se confiere a los fraudes financieros, o bien por la falta de controles para detectarlos, los directivos españoles desconocen el número de fraudes financieros sufridos por sus empresas. Un 23,6% han declarado desconocer si, en su empresa, han sufrido o no algún tipo de delito económico. Este alarmante porcentaje baja a un 7% en Europa o un 7,4% a nivel mundial. «

Estos datos son más que interesantes, sin embargo no debemos pensar únicamente en fraudes financieros de guante blanco,hay otros muchos tipos de delitos que se cometen en las empresas:
Empezando por los hurtos internos y secuestros de información para empresas rivales hasta llegar a los hackeos.

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